Febrero 17, 2022

Feb 18, 2022

Hoy, el juez Arthur F. Engoron de la Corte Suprema del Estado de Nueva York dictaminó que el expresidente Trump, su hijo Donald Trump Jr. y su hija Ivanka Trump deben presentar documentos y testificar bajo juramento en una investigación civil sobre sus valoraciones de sus activos comerciales, cumpliendo con una citación emitida por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, para su testimonio en diciembre.

Los Trump pueden invocar sus derechos bajo la Quinta Enmienda de la Constitución para no incriminarse. Esto es lo que hizo Eric Trump más de 500 veces en octubre de 2020, cuando testificó ante miembros de la oficina del fiscal general. En un juicio civil, sin embargo, la invocación del Quinto puede interpretarse negativamente.

Después de la decisión, James tuiteó: “Nadie está por encima de la ley”.

Los Trump tienen la intención de apelar.

Los argumentos en la audiencia de hoy plantearon un punto preocupante. Trump demandó a la fiscal general James en diciembre pasado, alegando que “su misión está guiada únicamente por animosidad política y un deseo de hostigar, intimidar y tomar represalias contra un ciudadano privado a quien ella ve como un oponente político”. En la audiencia de hoy, los abogados de Trump describieron continuamente la investigación de James no como un ejercicio válido para proteger el estado de derecho, sino como un ataque político a Trump. Sus abogados argumentaron que la investigación de James es un “procesamiento selectivo” y es “inconstitucional”, y que ella está investigando el caso solo para lastimar al expresidente antes de las elecciones de 2024.

El juez rechazó estas afirmaciones, señalando, entre otras cosas, que ninguno de los 600 o más documentos del caso se refieren a la política de Trump; se centran en sus prácticas financieras. “En el análisis final”, escribió el juez, “un Fiscal General del Estado comienza a investigar una entidad comercial, descubre abundante evidencia de posible fraude financiero y quiere interrogar, bajo juramento, a varios de los directores de las entidades, incluido su homónimo. Ella tiene todo el derecho de hacerlo”.

El intento de Trump de presentar como político cualquier ajuste de cuentas legal para él por posibles irregularidades con respecto a sus finanzas encaja con el intento de Trump y sus leales de pintar al Comité Selecto de la Cámara para Investigar el Ataque del 6 de enero en el Capitolio de los EE. UU. como partidista.

En repetidas ocasiones, han llamado al comité “ilegítimo” porque la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-CA), no incluyó a los miembros nominados por el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-CA). Tenía derecho a revisar sus nominaciones y rechazó al representante Jim Jordan (R-OH), quien ahora ha estado implicado en los eventos del día, y al representante Jim Banks (R-IN), quien había atacado al comité como un ejercicio partidista “únicamente para difamar a los conservadores y justificar la agenda autoritaria de la izquierda”. Anunció que usaría su lugar en el comité para investigar las protestas del verano de 2020 en lugar de los hechos del 6 de enero.

Después de rechazar a Jordan y Banks, Pelosi le pidió a McCarthy que nominara a otros en su lugar, pero en cambio retiró a todos los republicanos del comité. En ese momento, invitó a los Representantes Liz Cheney (R-WY) y Adam Kinzinger (R-IL) a unirse al comité. Aunque los republicanos de Trump retratan a Cheney como una traidora, ella votó con la agenda de Trump el 92.9% de las veces. Kinzinger votó con Trump el 90.2% de las veces.

No obstante, los leales a Trump descartan a los dos republicanos del comité y afirman que el comité es partidista. Algunos hablan de poner al comité en contra de los demócratas tan pronto como la Cámara vuelva a estar en sus manos. El expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, le dijo al Fox News Channel: “Creo que cuando tengas un Congreso republicano, todo esto se derrumbará y los lobos descubrirán que ahora son ovejas y están los que de hecho, creo, enfrentan un riesgo real de ir a la cárcel por el tipo de leyes que están violando”.

El representante Jamie Raskin (D-MD), profesor de derecho constitucional y miembro del comité del 6 de enero, señaló: “Ese es el lenguaje del autoritarismo”.

Mientras tanto, en un movimiento inusual contra un titular de su propio partido, el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, McCarthy, respaldó al principal oponente respaldado por Trump de la representante Liz Cheney, quien es la vicepresidenta del comité del 6 de enero. Trump y sus aliados están trabajando en este mismo juego, presionando al gobernador republicano de Wyoming, Mark Gordon, para que respalde un proyecto de ley que cambiaría la ley estatal para evitar que los demócratas voten en las primarias republicanas, lo que probablemente le dé una victoria primaria al oponente de Cheney. Aunque Cheney ha dicho que no alentará a los demócratas a que la apoyen en las primarias, los leales a Trump están preparados para cambiar la ley para poner a un aliado de Trump en su lugar.

Esta noche, Trump arremetió contra los desarrollos legales de los últimos días. Insistió en que la sugerencia del fiscal especial John Durham de que agentes de Hillary Clinton espiaron a Trump como presidente —una sugerencia de la que Durham se retractó hoy— y la decisión del juez Engoron

hoy eran enteramente partidistas.

Trump afirmó que Clinton, “uno de los políticos más corruptos que se haya postulado para presidente, puede entrar en la Casa Blanca, mi apartamento, los edificios que poseo y mi campaña; en otras palabras, puede espiar a un candidato presidencial y, en última instancia, Presidente de los Estados Unidos, y los medios de noticias falsas ahora totalmente desacreditados hacen todo lo posible para no hablar de eso”. (Estas acusaciones son falsas, por supuesto). Por otro lado, dijo, el fiscal general James lo está procesando selectivamente a él y a su familia.

“Los demócratas radicales de izquierda no quieren que [él] vuelva a postularse”, escribió, y su objetivo “representa un ataque inconstitucional a nuestro país… una continuación de la mayor caza de brujas de la historia”. Finalmente, dijo: “No puedo obtener una audiencia justa en Nueva York debido al odio que me tienen los jueces y el poder judicial. No es posible."

Hay un tema peligroso en estas historias, así como el ataque de Trump a la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, quien está investigando el intento de Trump de presionar al secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger, para que anule los resultados de las elecciones de 2020 en Georgia y otorgue ese los votos electorales del estado a él, en lugar del ganador real, Joe Biden. A principios de este mes, Trump dijo a los asistentes a un mitin en Texas que esperaba que salieran a la calle con “la protesta más grande que jamás hayamos tenido” si “estos fiscales racistas radicales y despiadados hacen algo malo o ilegal”.

Trump y sus leales están creando la idea de que cualquier intento de responsabilizar a Trump y sus aliados por actividades ilegales, incluido el intento de anular las elecciones de 2020 y, por lo tanto, destruir nuestra democracia, es un ataque partidista. Mientras ese argumento socavará el estado de derecho, tiene un giro: si los republicanos pueden convencer a sus votantes de que los demócratas han participado en juicios partidistas de Trump y sus aliados, los republicanos pueden justificar los juicios partidistas de los demócratas tan pronto como obtengan la oportunidad, tal como sugirió Gingrich. Si esta retórica funciona, Trump puede socavar los enjuiciamientos legítimos, mientras que los demócratas se convertirán en presa fácil para los fiscales partidistas.

Este es de hecho, como dijo el Representante Raskin, el lenguaje del autoritarismo.

Translated by: M. Sánchez

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Notes:

https://talkingpointsmemo.com/news/judge-ruling-trump-testify-new-york-state-investigation-business-practices